En 1766 , siendo rey Carlos III, tuvo lugar en Madrid y otros puntos de España la revuelta que ha pasado a la Historia como Motín de Esquilache, en la que se calcula que participaron alrededor de 40.000 personas y que cerca estuvo de poner en peligro a la figura real.
Aunque el detonante de la revuelta fue la publicación de una norma municipal que regulaba la vestimenta de los madrileños, habría que buscar las causas verdaderas en el hambre, las constantes subidas de precio de los productos de primera necesidad y el recelo de los españoles a los ministros extranjeros traídos por Carlos III. Finalmente, el motín se saldó con el exilio forzado del marqués de Esquilache, Secretario de Hacienda e inspirador del edicto.
Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, persona de absoluta confianza del rey, trataba de erradicar en la Villa de Madrid el uso de la capa larga y sombrero de ala ancha con el pretexto de que los madrileños podían darse anónimamente a todo tipo de atropellos y esconder armas entre los ropajes. La medida propugnaba el uso de la capa corta y el tricornio.La reacción popular fue rebelarse. Esquilache, lejos de amedrentarse, ordenó a los soldados que ayudaran a las autoridades municipales en el cumplimiento de la orden. Las multas comienzan a producirse. Pequeños sucesos violentos se suceden y la indignación del pueblo de Madrid crece.
Todos estos sucesos desembocan en que Carlos III hace leer su respuesta en las calles de Madrid, ratificando su promesa de respetar las peticiones populares, pero advirtiendo que no se presentará ante su pueblo hasta que los ánimos se hayan calmado.
2 comentarios:
Jajaja, una norma un tanto absurda, aunque sus motivos tendrían ^_^"
Saludos.
¡Absurda! En aquellos momentos no tenían detectores ni radios X...de alguna forma tendrían que evitar que llevaran armas y se ocultaran de las autoridades...yo voy con él en esa norma xD
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