Es la obra cumbre del pintor holandés El Bosco. Se trata de un tríptico pintado al óleo de 206 x
Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido completamente descifrado). Se considera que la obra obedece a una intención moralizante que habría sido comprensible para la gente de la época.
Estos cuadros parecen una censura implacable, pero su inacabable fantasía, y el encuadre poético los hace divertidos y optimistas.
§ Recursos pictóricos: A la crudeza medieval se añade, ahora, una visión poética gracias a los recursos en los que El Bosco era un maestro: fue un gran dibujante, un maestro del color del claroscuro, el tratamiento de la luz y la la perspectiva; el paisaje (los hay luminosos o crepusculares), que a pesar de ser irreal es siempre lírico.
§ Composición: Es aparentemente caótica, con multitud de escenas colocadas sin obedecer a una ordenación espacial clara, aunque en todas las escenas parecen existir grandes objetos que actúan como ejes organizadores (las fuentes en la primera tabla, los estanques en la segunda, y el hombre-árbol y la zanfona en la tercera). Coloca siempre la línea del horizonte muy alta para lograr profundidad y poder poner sucesivos planos que, a pesar de su independencia, se funden unos con otros. A pesar de estar compuesto por numerosos pequeños detalles, el tríptico se basa en una composición muy reflexionada. El paraíso y la tierra están unidos por la misma claridad y un mismo horizonte, repitiéndose en ellas la estructura circular y las lagunas. No obstante, el infierno es distinto, nocturno, desesperanzado.
1 comentario:
jooooo, yo queria hacer ese cuadro!!! es uno de mis preferidos y me dio mucha lastima no haberlo visto en el museo.... jum, pero la entrada esta muy bn, me ha gustado mucho ;)
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